TAKASHI AMANO, MAESTRO DEL ACUARISMO ARTÍSTICO

Cumlpiéndose hoy 64 años desde el nacimiento del maestro de la acuariofília Takashi Amano, hemos querido compartir su biografía para entender mejor cómo llegó a ser una de las mayores influencias en el hobby y más allá de él.

Takashi Amano (1954-2015) -fotógrafo, diseñador y acuarista-, es sin duda uno de los nombres claves y máximos referentes del mundo del acuarismo o paisajismo acuático, aunque su trabajo y obra siempre ha ido más allá; interesado por el medio ambiente y la acción destructora que el ser humano ejerce sobre éste, ha querido dejar un legado de la amplia riqueza natural del mundo a través de sus fotografías, y especialmente de los últimos bosques vírgenes de su tierra natal, Japón. Fallecido en 2015, Takashi Amano fué capaz de transmitir la belleza, paz y serenidad del mundo acuático mediante la búsqueda del equilibrio a través de su amplia labor como acuarista, empleando para ello técnicas de la jardinería japonesa, la filosofía wabi-sabi y el zen, y promoviendo el desarrollo y creación de estos entornos naturales por medio del “Internacional Aquatic Plants Layout Contest”. 

Takashi Amano nació el 18 de julio de 1954 en la prefectura de Niigata (Japón), en las cercanías del pantano Yoroi, el mayor en la región, que está habitado por multitud de plantas, peces y aves acuáticas. Quizás, debido a este hecho, su interés por las plantas y animales acuáticos comenzaría muy pronto y, posiblemente, marcaría su modo de  ver, apreciar e interpretar la vida y la naturaleza que lo rodeaba.

Ya durante sus años de escuela primaria, Takashi se unió al club de biología fundado y organizado por el Profesor Nagashima, club que más tarde se distinguiría a nivel nacional al ganar varios premios, entre ellos un premio de investigación científica realizado por el propio Takashi sobre el pez paraíso, iniciando también en esa época el estudio y la experimentación sobre la relación que se establecía entre peces y plantas acuáticas. Así, pronto demostró un interés muy especial por la acuariofilia, comenzando a construir y fotografiar acuarios plantados en 1972.

El Profesor Nagashima diría de él: “Creo que Takashi ha revolucionado el antiguo y rígido concepto del acuario -el cual era apenas una caja de vidrio para observar peces-, haciendo de las plantas las estrellas del acuario y transformando el trabajo del acuarista en una forma de arte.”

El interés de Takashi Amano por las plantas acuáticas sería sucesivo, derivándose del descubrimiento que, en Alemania, se había convertido en pasatiempo de moda la creación de acuarios que representaban ecosistemas acuáticos en miniatura. Fue entonces cuando pensó que podría dedicarse al estudio de las plantas y los peces tropicales, aunque temiendo no poder hacer de ello la carrera de su vida. Por aquella época ya era un universitario muy creativo, miembro del club de ciclismo nacional (en el que permaneció de 1974 a 1990), pintor de acuarelas y el primer creador de un movimiento que luchó para proteger el medio ambiente local de Niigata.

Takashi Amano fue miembro de la Sociedad de Fotógrafos Profesionales de Japón, la Asociación de Fotógrafos Publicitarios de Japón, la Asociación Internacional de Fotógrafos del Medio Ambiente, y la Sociedad de Fotografía Científica.

A partir de 1975, Takashi visitó los bosques tropicales de la Amazonia, Borneo, África occidental y los bosques vírgenes de las islas del sur de Japón, trabajando en una serie de fotografías que, bajo el emblema de “Naturaleza intacta”, captaba los detalles de la naturaleza con sus cámaras panorámicas de gran formato. Un año después, en 1976, empezaría a publicar sus fotos y ensayos sobre peces y plantas acuáticas, así como de la fauna, flora y gente de los lugares que había visitado, aunque no sería hasta unos años más tarde que su trabajo sería mundialmente reconocido.

Su interés por el paisajismo acuático le llevó a crear, en 1982, la empresa multinacional japonesa Aqua Design Amano Co., Ltd. (más conocida como ADA), especializada en productos para acuarios plantados, que actualmente es todo un referente en lo que al mundo del acuarismo y la acuariofilia se refiere.

En el año 1991, participó en su primera competición fotográfica, con su serie “Chameleon Diary”, ganando honores, y “Leading Ladies in Shade”, seleccionado para exhibición pública. “Yamor” ganó la medalla de plata en el Fuji Film Nature Photo Contest el mismo año. Además de eso, ganaría diversos premios concedidos por el ayuntamiento y oficinas de Niigata.

A partir de 1992, su trabajo fotográfico empieza a ser publicado en diversos libros, especialmente dedicados al acuarismo, así como en diversas exposiciones internacionales, dedicadas no ya al acuarismo, sino a la naturaleza salvaje fotografiada durante sus viajes a la Amazonía o los bosques de la Isla de Sado.

A partir del año 2001, anualmente, y a través de ADA, Takashi realizó el International Aquatic Plants Layout Contest (IAPLC), considerado el mejor concurso de paisajismo acuático o aquascaping del mundo, cuya participación internacional ha ido aumentando con los años.

En el año 2008, dos enormes fotos panorámicas de Takashi Amano formaban parte del decorado de la 34ª Cumbre del G8 que tuvo lugar en Tōyako, en Hokkaidō, Japón, del 7 al 9 de julio de ese mismo año, donde se mostraba un enorme bosque de cedros de la isla de Sado en paneles de 4×1,5 metros, realizadas mediante su cámara de gran formato.

En sus últimos años de su vida dio numerosas conferencias sobre sus expediciones y experiencias fotográficas en la naturaleza en todo el mundo, recordando constantemente la importancia de los programas de replantación de árboles como un medio para proteger el medio ambiente de la Tierra.

El 4 de agosto de 2015, a las 11:18  horas, y con una edad de 61 años, Takashi murió de una neumonía en la misma prefectura que lo vio nacer, en su casa de Niigata, dejando para la posteridad un legado de belleza y el recuerdo de su lucha por preservar la naturaleza en toda su extensión: los ríos, los bosques y los mares que nos dan la vida. Un recuerdo que prentendía ser, nada más y nada menos, que la concienzación de que cada uno de nosotros debe hacer aquello que esté en su mano para conservar el legado natural de la Tierra.

La obra de Takashi Amano ha influido enormemente el mundo del acuarismo, no sólo en lo que a acuarios plantados se refiere, sino en el concepto de la disposición de la decoración de este tipo de paisajes acuáticos, donde se busca el equilibrio entre lo natural y lo bello, entre el minimalismo y la exhuberancia, entre los animales y las plantas… Su obra ha sido seguida por innumerables acuaristas de todo el mundo que han intentado imitar su obra o buscar su propio camino siguiendo sus pasos a través del acuarismo y las filosofías wabi-sabi y zen, a la par que buscando la sencillez de lo natural.

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