RESUMEN:
Por todo ello podemos concluir que la aplicación de Ozono para el cuidado de la vida en los acuarios y peceras representan una herramienta eficaz para preservar la salud de los peces y reducir su mortalidad.
Que al ser aplicado y disuelto en el agua no deja ningún producto (residuo) de descomposición pernicioso a la integridad de los huésped y vuelve a convertirse en inofensivo oxígeno en cuestión de minutos, dependiendo de la temperatura y el grado de contaminación existente.
Que debido a la corta vida media del Ozono, este deberá ser generado e inyectado por períodos intermitentes, a fin de garantizar por mayor tiempo su activa eficacia, pero sin sobrepasar las concentraciones de seguridad recomendadas para su aplicación, para no producir sobre-dosificación de Ozono, que podrían resultar tóxicas para los animales.
Se recomienda seguir las indicaciones del fabricante sobre la utilización de los generadores de Ozono correspondiente en cada caso.